VACUNAS CONTRA EL CÁNCER: ¿CÓMO SERÁN Y CUÁNDO LLEGARÁN?

Vacunas terapéuticas, no preventivas, personalizadas y probablemente caras. De eso hablamos cuando hablamos de vacunas contra el cáncer. Vacunas como la que ensaya Moderna contra el melanoma, que acaba de anunciar resultados de su ensayo en fase 2. O como las que ensaya también BioNtech, que prometen estar listas antes de 2030. Vacunas de ARN mensajero para las que no habrá que esperar mucho.

Asumiendo que todo vaya bien, no va a haber que esperar tanto. En tres, cuatro o cinco años debería haber salido alguna.

No sera una vacuna preventiva, no hablamos de evitar el cáncer. Hablamo de vacunas, sí, pero no de prevenir, sino de curar. De intentarlo, al menos.

Las vacunas terapéuticas se utilizarán cuando ya tienes cáncer ¿Por qué se llaman vacunas, entonces?. Porque la estrategia es la misma que en el resto: hacer que el sistema inmune reaccione. No contra un agente patógeno en concreto, sino contra el cáncer.

El objetivo es que el sistema inmune luche contra ese tumor y lo reduzca o lo elimine, como cualquier otro tratamiento contra el cáncer.

Se trata de añadir al armamento terapéutico que tenemos (radioterapia, quimioterapia y cirugía) una pata más, que serviría para curar el cáncer. La idea es reducir el tamaño del tumor hasta que desaparezca, o las metástasis en su caso.

Se trata de hacer que el propio sistema inmune de cada persona pelee contra el cáncer hasta vencerlo. ¿Cómo? Como pelea contra los virus: conociendo al enemigo, primero, y atacándole después con armas específicas contra él.

Cuando tú tienes un tumor, se genera porque hay células que funcionan mal. Y funcionan mal porque ciertas proteínas de esas células están alteradas, mutadas, son diferentes al resto. De lo que se trata es de conseguir que el sistema inmune reconozca esas proteínas diferentes, que sólo tienen esas células tumorales. La reacción del sistema inmune va a ir sólo contra ellas. Es decir, se trata de generar una respuesta específica contra esas proteínas. 

En las vacunas del cáncer que se investigan actualmente, serán esas proteínas de los tumores. En vez de codificar la proteína S, como en las vacunas de coronavirus de Moderna y Pfizer, estas vacunas codifican proteínas tumorales, y generan una respuesta contra esas proteínas, que va a ir rápidamente a los tumores. 

Y esto, en cada paciente será distinto. Porque no hay dos tumores iguales, aunque hablemos del mismo tipo de cáncer. Es decir, las proteínas alteradas no serán las mismas. Esto implica que hablamos de vacunas totalmente personalizadas.

El tumor es distinto en cada persona. Y no sólo eso: cada respuesta inmune también es distinta. Es decir, que la vacuna tampoco va a ser igual de efectiva en todo el mundo. Que la respuesta inmune sea mejor o peor va a depender también de las características de esa persona en concreto. En una persona mayor, por ejemplo, la respuesta será peor.

Pero hay algo más. Si hablamos de vacunas personalizadas, ¿hablamos de un coste elevado?. Es difícil de predecir, pero se sospecho que sí, porque no hablamos de vacunas como las de la covid, que se pueden fabricar a gran escala. Son vacunas elaboradas a la medida del paciente.

Cuando hablamos de vacunas terapéuticas para el cáncer, se trata de parar el crecimiento del tumor, de reducirlo, de matar a las células cancerígenas. Eventualmente eliminarlo, curar.

Aunque ya sabemos que la respuesta, al igual que la vacuna, será distinta en cada persona. No sabemos si estas vacunas curarán el cáncer en todos los casos. En unas personas sí, en otras no, dependerá de cada caso, pero la posibilidad existe.

Otra pregunta abierta, de momento, es si estas vacunas se utilizarán sólo en los estadios iniciales del cáncer o también cuando están avanzados. Se cree que igual que reconocen el tumor principal, también deberían ser capaces de reconocer metástasis. En teoría, deberían ser útiles para eliminar todas esas células incipientes que están intentando anidar. Deberían poder ser reconocidas por el sistema inmune.

Es algo que determinarán los ensayos clínicos, por lo que habrá que esperar. De momento, en el de Moderna, por ejemplo, participaron 157 pacientes con melanoma en estadio III/IV, es decir, cuando ya hay metástasis. Y comprobaron que el riesgo de recaída o muerte se redujo en un 44%. Según avancen este y otros ensayos, se verá en qué fase del cáncer son más útiles. Moderna anuncia una fase 3 del ensayo de su vacuna contra el melanoma en 2023, que aportará más datos. Y aseguran también que ampliarán los ensayos a otros tipos de tumores.

Las vacunas contra el cáncer llevan muchos años en marcha, y con varios abordajes, hay ya dos vacunas aprobadas, aunque utilizan otras técnicas. Se trata de Sipuleucel-T, contra el cáncer de próstata avanzado que ya no responde a la terapia hormonal. Y Talimogene laherparepvec, para tratar el melanoma avanzado, una vacuna producida a partir de un virus del herpes alterado en el laboratorio.

FIRMADO HELDA MILLA.

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