HITO CIENTÍFICO: UNA NUEVA TÉCNICA LOGRA TRANSFORMAR RECUERDOS NEGATIVOS EN POSITIVOS EN EL CEREBRO.
Investigadores del Instituto Salk han identificado la molécula del cerebro responsable de asociar sensaciones positivas o negativas a un recuerdo. Su hallazgo, que ahora se publica en la revista Nature, allana el camino para entender y tratar trastornos como la ansiedad, la depresión o el estrés postraumático, en los que los pacientes retienen emociones negativas que afectan a su salud mental.
"Básicamente, hemos empezado a entender cómo funciona el proceso biológico fundamental por el que recuerdas si algo es bueno o malo", explica la profesora Kay Tye, investigadora del Instituto Médico Howard Hughes y el Laboratorio de Neurobiología de Salk's Systems.
El cerebro designa una emoción positiva o negativa para acompañar al estímulo, lo que se denomina, en un término tomado de la química, 'asignación de valencia'.
En 2016, el equipo de Tye descubrió que un grupo de neuronas situado en el grupo basolateral de la amígdala (BLA) del cerebro contribuye a la asignación de valencia durante la fase de aprendizaje de los ratones. Cuando los roedores probaron un alimento dulce, un grupo específico de esas neuronas se activó, asociando una valencia positiva a la experiencia. Cuando el sabor era amargo, otras neuronas diferentes de la región entraron en actividad para determinar que era negativo.
Descubrieron estos dos circuitos, como vías de tren, que conducían alternativamente a una valencia positiva o negativa. Pero todavía no saben qué señal estaba activándose como interruptor para determinar qué camino había que tomar frente a cada experiencia.
Para el nuevo estudio, los investigadores se centraron en una molécula señalizadora, la neurotensina, y su relación con las neuronas de BLA (grupo basolateral de la amígdala). Ya conocían este neurotransmisor, un neuropéptido generado por las células asociadas al procesamiento de valencia, pero no es el único involucrado en el proceso. Mediante tecnología de edición genética CRISPR, se eliminó selectivamente el gen que permite la secreción celular de la neurotensina.
Al carecer de la molécula señalizadora para activar las neuronas de la amígdala, los ratones se vieron incapaces de asignar una valencia positiva a sus experiencias, y no aprendieron a valorar como deseable el sabor dulce. Sin embargo, la ausencia de neurotensina no bloqueó la generación de valencias negativas, e incluso mejoró este mecanismo. Así, los animales desarrollaron un rechazo aún mayor al sabor amargo en comparación con los del grupo de control.
En experimentos posteriores, el equipo de Tye demostró que los niveles elevados de neurotensina fomentaron el aprendizaje mediante gratificación, y atenuaron la valencia negativa, lo que respalda la teoría de que este neurotransmisor es responsable de la valencia positiva. "Podemos manipular este interruptor para activar y desactivar el aprendizaje positivo y negativo", explica otro investigador, Hao Li.
"COMPARTE, HAGAMOS VISIBLE LO INVISIBLE".
#InstitutoSalk
#SensacionesNegativasPositivas
#RevistaNature
#KayTyeInvestigadora
#InstitutoMédicoHowardHughes
#LaboratorioNeurobiologíaSalk'sSystems
#GrupoBasolateralDeLaAmígdala
#BLA
#EstudiosAnsiedadDepresion
#HaciendoVisibleLoInvisible
#HeldaMilla
#CosasDeSanidad